Mi nombre es Ggyyro Quevedo, y dedico mi vida a trabajar por la música y a viajar siempre que puedo. Aquí te cuento un poco más sobre mí.
Me gusta emprender locuras y estoy en la lucha por ser más feliz cada día. Disfruto enseñar lo que sé y aprender cosas nuevas todos los días. Me encanta vivir en esta época y, para ser honesto, si pudiera congelarme y despertar en el año 5000, lo haría. Lamento no poder ver el avance de nuestra especie en el futuro. Aunque, si no nos hemos autodestruido en algunos millones de años, me gusta pensar que conquistaremos el universo.
Nací en Caracas, Venezuela, en 1989. Soy hijo de migrantes colombianos y he tenido una familia maravillosa; les debo todo lo que soy y seré. A los cuatro años, mis padres tomaron la decisión de regresar a su país natal, y por eso crecí en Bogotá, Colombia.
De adolescente, me enamoré de jugar baloncesto. Jugaba todos los días y entrenaba muy fuerte. Tuve la oportunidad de jugar en la selección de Bogotá y fui tres veces campeón nacional con mis amigos de aquellos años. Gracias a mis entrenadores, aprendí la disciplina y la ambición de siempre ganar. Aunque hoy soy consciente de que no siempre se gana, la disciplina y la constancia siguen estando en mí en todo lo que hago.
En casa siempre hubo una guitarra; mi papá era músico empírico, cantaba, tocaba boleros y música tradicional colombiana. Pronto, mi hermano mayor se interesó por la guitarra, y la música se convirtió en el pan de cada día en nuestra casa. Esto llevó a que, entre varios motivos, dejara el deporte y me enfocara en aprender a tocar la guitarra.
Oscar (mi hermano) comenzó a tener bandas y a salir a tocar a los bares; la sala de mi casa era la sala de ensayo, y los vecinos y mis padres aguantaron mucho ruido por aquellos años. Pero un día sucedió algo que lo cambiaría todo. Llegué a casa del colegio y escuché la grabación de una canción de la banda de mi hermano; era el primer demo del grupo. Lo primero que le pregunté a Oscar fue: “¿Dónde grabaron esa canción?” y él me respondió: “Aquí en la sala de la casa, con el micrófono del computador y un programa llamado Cakewalk”. No lo podía creer, y desde ese día, mi vida cambió para siempre.
Formé mi primera banda de neo-punk a los 16 años y grabamos nuestro primer demo de tres canciones. Lo subimos a Myspace, y comenzó toda la aventura de trabajar en canciones. Empezamos a conocer gente y otras bandas. Un día, una de esas bandas me preguntó: “¿Ustedes dónde grabaron sus canciones?” Les dije: “En la sala de mi casa”, y me hicieron la segunda pregunta que cambió mi vida: “¿Cuánto nos cobras por grabarnos a nosotros?”. En ese momento, en mi mente pensé: “¿Yo puedo cobrar por esto?”.
Fue así como comenzó mi pasión por grabar canciones. Estudié audio y me gradué en la Escuela de música y audio Fernando Sor, en Bogotá. A los 22 años regresé a Venezuela con el objetivo de estudiar producción musical, pero no terminé la carrera. A los 26 años, viví un año en República Dominicana, donde no tuve más opción que comenzar a trabajar en sonido en directo para eventos musicales y shows en hoteles y el sector turístico.
Pero fue allí donde comenzó la idea de seguir viajando por el mundo. Me aterraba la idea de pasar años en un solo lugar (aún me aterra). Quería seguir grabando canciones y seguir conociendo culturas, así que nació en mí la idea de viajar por Latinoamérica grabando canciones y contar la vida de los artistas genuinos que encontrara en el camino. En ese momento, comenzamos una empresa de producción enfocada en “grabar la primera canción de nuevos talentos”. Más adelante les contaré sobre esto.
Luego tuve la oportunidad de trabajar en la industria de cruceros, y en 2017 me embarqué por primera vez. Esta experiencia sin duda ha cambiado mi vida. He viajado por muchos países, he visto algunas de las maravillas del mundo, he conocido gente increíble y tengo amigos en muchos países. Todo esto gracias a la música. Trabajando en barcos, hice el dinero necesario para comprarme una grabadora de audio portátil, una cámara profesional y financiar el gran sueño que tenía de grabar músicos por Latinoamérica.
En Venezuela conocí a Nazz, y en 2017 grabamos su primera canción. Desde ese momento, nació “Tragoudi“, nuestra empresa que tiene como enfoque grabar la canción debut de nuevos artistas. Luego, junto a ella, hicimos el primer viaje por Colombia, Ecuador, Perú y Chile. Como resultado, nace el primer proyecto documental llamado: “El viaje – Sonidos que migran”. Un documental que cuenta la historia de Nazz grabando una de sus canciones con músicos migrantes. Actualmente, esa experiencia se ha convertido en el proyecto donde puedo unir mis grandes motivaciones y propósitos de vida: trabajar en música y viajar por el mundo apoyando a artistas callejeros, migrantes, viajeros y locales. Este proyecto se llama “Sonidos que migran“.
Si llegaste hasta aquí, te doy las gracias por leerme. He hecho un corto resumen de mi vida y las historias que me han convertido en la persona que soy en este momento. Aunque te he contado un poco sobre mis mayores motivaciones y pasiones, quiero que sepas que hay algo que considero que es lo mejor que hago en la vida. Creo que lo que mejor hago en la vida es: inspirar y motivar a las personas a cumplir sus sueños.
Si estás buscando un productor comprometido y experimentado, estoy aquí para ayudarte. Conéctate conmigo a través de info@ggyyro.com y hablemos sobre tu visión musical.
Por cierto, amo la pizza. Disfruto mucho hacer reuniones con amigos y familia para preparar pizzas. En algún momento, pienso tener mi propia pizzería: Ggyyro’s Pizza.
¡Espero escuchar de ti pronto!